Las aplicaciones de subasta de plazas de aparcamiento públicas, en guerra con las autoridades
MonkeyParking, una aplicación que sabíamos que traería polémica. ¿El motivo? Su funcionamiento: permite que cualquiera “subaste” el lugar donde está aparcado, incluso si se trata de un lugar público de aparcamiento. El usuario simplemente lo marca como disponible y, si hay alguien en los alrededores que quiere aparcar y usa la app, puede “comprar” el sitio.