Los ordenadores cuánticos actuales son a la computación cuántica lo que el ENIAC a la computación clásica; el reto es conseguir que avancen igual de rápido
El ENIAC era imponente. Intimidatorio. Este ordenador, una de las primeras máquinas de propósito general de la historia, pesaba alrededor de 27 toneladas, ocupaba 167 metros cuadrados y utilizaba nada menos que 18 000 válvulas termoiónicas.