El hongo de Chernóbil que nos descubrió una “nueva forma de fotosíntesis” y que acabó en la Estación Espacial Internacional
El 26 de abril de 1986 la historia se paró en Chernóbil. Desde entonces, miles de ojos observan las cercanías de Pripyat, en Ucrania, con una mezcla de curiosidad y miedo. Así fue como a principios de la década de 1990, los científicos que estudiaban la zona se dieron cuenta de que había hongos .