Los centros de datos más bonitos del mundo
¿Quién dijo que un centro de datos no podía ser bonito? ¿Quién dijo que tenía que limitarse a ser un edificio diáfano, aséptico y «gris» en el que instalar la mayor cantidad de servidores posible? Desde hace unos años, empresas tecnológicas de todo el mundo están aprovechando todo tipo de instalaciones abandonadas (antiguas fábricas, búnkeres militares, iglesias) para construir centros de datos realmente diferentes.