Un gato cariñoso, una Raspberry Pi y un ingeniero vasco: ¿qué podía salir mal?
Basta tener una necesidad, más o menos relevante según quién, para ponerse manos a la obra y crear algo asombroso.
Basta tener una necesidad, más o menos relevante según quién, para ponerse manos a la obra y crear algo asombroso.