La última idea de Tinder solo sirve para facilitar (más aún) el acoso
Sentado en la taza del WC, deslizando el dedo por la pantalla del móvil al ritmo de «me gusta, no me gusta».
Sentado en la taza del WC, deslizando el dedo por la pantalla del móvil al ritmo de «me gusta, no me gusta».