¿De verdad queremos películas grabadas a 60 o 120 fps para el mercado doméstico?
Hace unos años Peter Jackson se aventuraba a rodar “El Hobbit” con una tasa de fotogramas por segundo el doble de la habitual, es decir, a 48 en lugar de a 24, en un intento por mejorar la fluidez de las imágenes en las secuencias en movimiento.