Descubierto el “engaño” de las máquinas de gancho
Es posible que en alguna ocasión hayas invertido una buena cantidad de monedas intentando sacar un peluche en una máquina de gancho sin tener éxito: colocas la pinza perfectamente centrada encima del muñeco, pulsas el botón para que baje, la garra se cierra sobre la cabeza del peluche… y vuelve a subir sin agarrar absolutamente nada.